Dios no entra en detalles

Margarita Valencia

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(cortinilla)

Voz que narra:

Estimada señora Francisco:

Le escribo a usted como último recurso porque me encuentro sumida en una terrible confusión. Me considero una mujer feliz y mis amigas envidian mi vida perfecta, pero me descubro cada vez con más frecuencia pensando en huir de la casa con don Pablo, el cartero (un hombre feo y barrigón pero muy bien educado). Tuve la suerte de casarme hace diez años con quien hoy es mi marido, un hombre sobre cuyas bondades se podrían escribir varios tomos. Dios, así lo llaman los que lo quieren, es una de esas personas que parece ser capaz de resolver todos los problemas sin inmutarse. Dispone sobre el funcionamiento la casa con gran eficacia y discreción, y permite que yo lo acompañe en las decisiones más fáciles. Dios, por supuesto, no entra en detalles. 

(Transición musical) Dramatizado: 

Dios.- Los detalles te los dejo. Tú los resolverás con solvencia, como siempre haces. No te olvides, eso sí, de poner el mantel de lino portugués: a Joao le gustará ese recuerdo de su tierra. Y cartuchos blancos en los floreros. Ninguna otra flor le hace justicia al lino portugués. Y no perturban la visión de los comensales. 

Esposa confundida.- Había pensado sacar la vajilla Villeroy & Boch… Hace rato no la usamos y a mí me gusta mucho.

Dios.- No, no… qué vulgares esos platos en una mesa de 24… Usa la Limoges de borde dorado; y los Cristofle, claro. ¿Ya pediste los croissants a la panadería francesa?

Esposa confundida.- Pensaba hacerlo ahora, después de almuerzo.

Dios.- Me imaginé que harías eso… Siempre dejas todo para después… (ríe con picardía). Los pedí ayer. Deben llegar a las seis. Aprovecha tú el tiempo para arreglarte ese pelo. 

Esposa confundida.- Fui a la peluquería esta mañana.

Dios.- Y estás preciosa, como siempre. Pero recógete una moña con la hebilla antigua que te traje de Montevideo. Te ves más… más elegante. 

Esposa confundida.- No va bien con el vestido que pensaba usar… El dorado.

Dios.- ¿Segura que quieres usar ese vestido? Te has engordado un par de kilos --nada grave todavía-- y ese vestido lo hace notar más. ¡Pero no me hagas caso! ¡Usa lo que quieras! Todo se te ve bien.

Esposa confundida.- ¿Y de postre?

Dios.- Lo que quieras. Tú, escoge. ¡Nunca fallas en la selección del postre! Además el presidente y el secretario de la junta del club jamás comen postre. Las mujeres… casi todas… viven a dieta. Lo que quieras. Ofrece lo que quieras.

Transición musical

Narración en primera persona:

Al terminar de comer, volvimos a la sala; se sirvió coñac, se ofrecieron cigarros, y yo conversé con las mujeres de nimiedades. Cuando por fin se fueron, Dios se me acercó y me dio un beso en la mejilla, muy amoroso, y me dio las gracias. (Suena la voz de Dios: “Gracias, querida. Todo quedó perfecto, como de costumbre.”) 

Yo me quedé un rato en la sala tomando un coñac (Dios me miró con un poco de reprobación, pero después rio: “Tienes derecho a un trago! Hiciste tu mejor esfuerzo.”) 

Me quedé en la sala pensando en el cartero.

 Transición musical

Dramatizado:

Dios.- Salgo para la oficina. Tengo junta a las ocho. ¿Tú? Te ves mal. 

Esposa confundida.- Creo que algo me sentó mal ayer…

Esposa confundida.- Ya me levanto. ¿Vienes a almorzar? 

Esposa confundida.- Hasta la noche, entonces.  (Suena la puerta sobre el entonces.)

Narración en primera persona:

Me volví a meter a la cama y dormí toda la mañana. Al mediodía, cuando desperté, me serví el último trago de coñac y me senté a llorar en la sala. 

En ese momento tomé la decisión de escribirle, señora Francisco. No entiendo qué me pasa y siento que no puedo seguir así por mucho tiempo.

Respuesta de la señora Francisco (voz de hombre)

Hija mía: 

Seré duro contigo, pero creo que lo necesitas. Tienes un grave problema con el alcohol, que evidentemente está interfiriendo en tu vida conyugal. ¡Busca ayuda! Confía en Dios, confía en el amor y la comprensión de Dios. Él sabrá perdonarte y guiarte de nuevo hacia la buena senda. 

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Margarita Valencia es escritora, editora y traductora. Su novela Un rebaño de elefantes, de la cual aparece un fragmento aquí, fue publicada por Pre-Textos en 2014. Es la autora de la colección de ensayos Palabras desencadenadas y de Ellas editan , un compendio de entrevistas con editoras colombianas que publicó en 2019 con Paula Andrea Marín.

Publicaciones Urgentes es una aventura editorial que explora formas diferentes de circulación de la literatura y de las ideas. Para más información escriban a publicacionesurgentes@gmail.com